Imparcialidad y objetividad

  • Jenny patricia Carbonell Ospina

    Participante
    10/03/2025 a las 20:56

    El límite de la imparcialidad y objetividad para un conciliador radica en la capacidad de mantener una postura neutral y no sesgada durante el proceso de conciliación. Sin embargo, hay varios aspectos a considerar:

    1. Imparcialidad: Un conciliador debe evitar cualquier favoritismo hacia una de las partes. Esto significa no solo no tomar partido, sino también no permitir que sus propias opiniones o creencias influyan en el proceso. La imparcialidad es fundamental para mantener la confianza de ambas partes en el proceso.

    2. Objetividad: Un conciliador debe basar sus intervenciones y decisiones en hechos y en una comprensión clara de las necesidades y preocupaciones de ambas partes. Esto implica escuchar activamente y entender las diferentes perspectivas sin dejarse llevar por emociones o juicios personales.

    3. Límites de la imparcialidad: A veces, el conciliador puede enfrentarse a situaciones en las que sea necesario intervenir para evitar que una de las partes domine la conversación o para asegurar que se cumplan las normas del proceso. En estos casos, la intervención debe hacerse de manera que se mantenga la percepción de imparcialidad.

    En cuanto a la necesidad de validación y reconocimiento de las partes en conflicto, es crucial para el éxito del proceso de conciliación. Aquí hay algunas estrategias:

    1. Escucha activa: El conciliador debe demostrar una escucha activa y empática, reconociendo y validando las emociones y preocupaciones de ambas partes. Esto ayuda a que cada parte se sienta valorada y comprendida.

    2. Reflejar y parafrasear: Utilizar técnicas como reflejar y parafrasear lo que cada parte ha expresado permite que se sientan escuchadas y que sus puntos de vista sean reconocidos.

    3. Crear un espacio seguro: Fomentar un ambiente en el que ambas partes se sientan seguras para expresar sus sentimientos y necesidades es esencial. Esto incluye establecer reglas claras sobre el comportamiento y las interacciones durante la conciliación.

    4. Facilitar la comunicación: Ayudar a las partes a comunicarse de manera efectiva puede facilitar el reconocimiento mutuo. Esto puede incluir ayudar a cada parte a expresar sus necesidades y preocupaciones de manera clara y respetuosa.

    5. Valorar el proceso: Asegurarse de que ambas partes comprendan que la conciliación es un proceso colaborativo y que el objetivo es llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Esto puede ayudar a que se sientan reconocidas y validadas en sus posiciones.

    En resumen, un conciliador debe equilibrar su imparcialidad y objetividad con la necesidad de validar y reconocer a las partes en conflicto, lo que es esencial para facilitar un proceso de conciliación efectivo y constructivo.

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